Salud potenciada por IA


En la era digital actual, la Inteligencia Artificial está siendo enfocada como prioridad a la hora de desarrollar cualquier tipo de producto, ya sea en el campo del deporte, la tecnología... o incluso en la medicina. Sí, has leído bien, en la medicina.

La IA lleva siendo una realidad en la medicina desde los años 70, siendo aplicada a través del denominado Mycin, un sistema experto orientado a la detección de enfermedades infecciosas en la sangre que razonaba, se comunicaba en lenguaje natural con el usuario y recetaba medicaciones de forma personalizada al paciente.

¿Cuales son los tipos de inteligencia computacional que existen?

Hoy en día, muchas personas asocian el término IA con un robot con forma de humano, programado para realizar tareas como lo haría cualquier persona. Pero en la realidad, la abreviación IA, hace referencia a cualquier tarea que un ordenador pueda realizar incluso mejor que los humanos. Pero a la hora de pensar en la aplicación de la IA en la medicina debemos de considerar distintos tipos de inteligencia computacional.

La mayoría de las inteligencias se basan en el denominado "aprendizaje automático", basado en algoritmos conocidos como redes neuronales, es decir, un sistema informático modelado a partir del cerebro humano. Estas aplicaciones incluyen análisis probabilísticos, permitiéndole simular como la mente humana procesa datos, de manera que "aprenden" de manera autónoma.

Otra variante de esta es conocida como "aprendizaje profundo" donde el software aprende a reconocer patrones en distintas capas, donde cada capa de la red neuronal funciona de manera independiente pero coordinada separando aspectos como el color, el tamaño y la forma antes de integrar los resultados. Es decir, funciona como lo hace un cerebro humano. Estas nuevas herramientas visuales prometen transformar el diagnóstico médico e incluso pueden buscar cáncer a nivel de células individuales.

Maneras de uso de la IA en medicina
Entre los principales usos de la Inteligencia artificial en la medicina destaca:


-Uno de los usos que implican la utilización de la IA en medicina es en el ámbito de la radiología. Los algoritmos de aprendizaje profundo pueden analizar imágenes radiológicas, como radiografías, para identificar anomalías o patrones que podrían indicar enfermedades o ciertas condiciones médicas.

De esta manera, la IA actualmente, no es más que un mecanismo de asistencia en el ámbito de la salud, que facilita el trabajo de los médicos.

-Por otro lado, uno de los usos más comunes de la IA es la medicina personalizada. La cual funciona a través de análisis genómicos, con los cuales se estudia el ADN del paciente en cuestión,  y gracias a los patrones que tiene la IA en su almacenamiento, puede detectar alteraciones y prevenir enfermedades más graves. Es más, gracias a estos análisis, la propia inteligencia puede realizar a partir del estudio, un plan personalizado a la persona en el que le recetan los medicamentos que ha de tomar, en que cantidades y cada cuanto tiempo.

Las últimas investigaciones médicas se están realizando con inteligencia artificial, ya que esta herramienta permite predecir la eficacia y seguridad de los fármacos mediante el análisis de grandes bases de datos. Como resultado, se reducen el tiempo y los costos asociados con el desarrollo de nuevos medicamentos. Lo que a su vez está permitiendo la producción de una mayor número de medicamentos en la mitad de tiempo y a la mitad de precio.

Un futuro prometedor

En resumen, la IA se ha convertido en un aliado poderoso en la atención médica, cambiando la forma en que se brindan los medicamentos, los tratamientos y  la atención. Así, la tecnología y la medicina no sólo han mejorado la eficiencia y la precisión, sino que también han facilitado el camino para el autocuidado y el enfoque en el paciente. 

Por tanto, la clave de la transición entre inteligencia artificial y salud es encontrar un equilibrio entre tecnología e interés humano. Estamos entrando en  una nueva era de la medicina, que creemos que mejorará enormemente la calidad y esperanza de vida de las personas en el futuro.

En conclusión, la presencia de la tecnología con el paso de tiempo abarcará todos los ámbitos de la vida cotidiana, transformando la forma en que interactuamos, trabajamos y vivimos. Por lo que, el avance tecnológico es inevitable. Aunque este mismo avance promete continuar moldeando el futuro, impulsando la innovación y generando cambios significativos en la sociedad.

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