El hombre que vendió la Torre Eiffel...dos veces

 


Uno de los monumentos más míticos y turísticos que existen en el mundo se encuentra en París, y como habrás podido deducir, estoy hablando de la Torre Eiffel.

Esta torre fue diseñada por el ingeniero Gustave Eiffel y construida como una atracción principal para la Exposición Universal de París de 1889, que conmemoraba el centenario de la Revolución Francesa.

Causas de la Revolución Francesa.

La Revolución Francesa fue un periodo de cambio significativo social y político que tuvo lugar en Francia  entre 1789 y 1799. Fue un acontecimiento crucial que marcó el fin de la monarquía absoluta, transformó la sociedad francesa y tuvo un impacto duradero en la historia mundial.

Entre sus causas se encuentran, la desigualdad social, debido a que la sociedad estaba dividida en tres estamentos, siendo el 3º Estado el más afectado por la desigualdad y la opresión. Junto a esto, la monarquía enfrentaba dificultades financieras debido a guerras costosas y gastos extravagantes de la corte. Influidos por las Ideas Ilustradas que abogaban por la libertad, la igualdad y la fraternidad, inspiraron a la población a cuestionar al estructura tradicional.

Durante este periodo se produjo una radicalización de la sociedad, autoproclamando una Asamblea Nacional con la que buscaron una nueva constitución. Asimismo, en esta Asamblea se producirá la declaración de los derechos del Hombre y del ciudadano estableciendo principios como la Igualdad, la Libertad y la Fraternidad. 

A partir de este momento, comenzará una época de inestabilidad política debido a la ejecución del Rey y a la `proclamación del Directorio, que destacará por su debilidad, hasta que, finalmente en 1799, Napoleón Bonaparte dio un golpe de estado y se convirtió en el líder de Francia. 

El hombre que intentó vender la Torre Eiffel

La torre Eiffel se estableció en París, Francia, y su construcción fue completada en 1889. La razón principal detrás de la construcción de la Torre Eiffel fue la Exposición Universal de París de 1889 que conmemoraba el centenario de la Revolución Francesa, que tuvo lugar en 1789, y fue diseñada para mostrar los logros tecnológicos e industriales de Francia.

La torre fue diseñada por el ingeniero Gustave Eiffel y su empresa, la cual se encargó de la construcción. Sin embargo, en la década de 1920, hubo un hombre que  la intentó vender.

Victor Lustig es el nombre del estafador checo que intentó llevar a cabo esta audaz estafa. 

El inicio de su estafa se remonta al año 1925, cuando Lustig se encontraba leyendo el periódico, cuando leyó un articulo que hablaba de lo costosa que era de mantener la Torre. Inspirado por esta información, tratará de llevar a cabo su estafa.

Para comenzar su estafa Lustig preparó una serie de documentos falsos con sellos certificados, credenciales oficiales. Además  reservará habitaciones en hoteles de lujo y billetes de tren, con el objetivo de que sus victimas no sospecharan nada.

Lustig comenzó por hacerse pasar por un alto funcionario del gobierno francés, y convocó a una reunión a seis de los empresarios metalúrgicos distribuidores de chatarra más importantes de Europa. Durante la reunión, les comentó que el gobierno había decidido vender la Torre como chatarra para cubrir los costos de mantenimiento que esta tenía. Ya que en ese momento la Torre Eiffel enfrentaba desafíos financieros.

Tras acabar la reunión, Lustig no presionó a los empresarios. Únicamente  subrayó la necesidad de una discreción extrema.

Gracias a sus habilidades con la palabra y la persuasión, logró convencer a un chatarrero llamado André Poisson, explicándole que esta venta sería una oportunidad única y confidencial. 

La idea de Lustig no era cobrar todo el dinero total, sino un primer plazo y un soborno. Y así ocurrió, 760 mil francos de la época será lo que obtuvo Lustig en una primera instancia, dinero suficiente para cubrir los gastos que le había generado el plan y poder vivir una temporada viajando. 

De esta manera, fue como Lustig logró venderla por primera vez. Y aunque a pesar de que Poisson descubrió la estafa, presentar una denuncia suponía una gran vergüenza pública por haberlo creído.`

Tras unos años viajando por Europa y EEUU, a finales de la década de los veinte volvió y contraviniendo la regla de no repetir la misma estafa en el mismo lugar, volvió a vender la torre Eiffel con el mismo plan variando solo su identidad y los escenarios. Y así fue como volvió a conseguirlo. En esta ocasión, sin embargo, los timados no fueron tan pudorosos, y no dudaron en denunciar, por lo que este astuto estafador tendrá que cruzar el Atlántico para evitar ser llevado a la cárcel, pero eso sí, habiendo "vendido" la torre Eiffel dos veces y con un sueldo que le permitiría vivir durante una temporada sin tener de que preocuparse.


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