La Guerra Fría y ¿los gatos espías?


La Guerra Fría fue un conflicto geopolítico y militar que se desarrolló después de la Segunda Guerra Mundial (1945) y que involucró principalmente a Estados Unidos y la Unión Soviética- Este conflicto estuvo caracterizado por su rivalidad ideológica política, económica y militar entre el bloque occidental de Alemania, liderado por Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, y el bloque oriental, encabezado por la Unión Soviética y sus estados satélites del Pacto de Varsovia.

Aunque su rivalidad nunca llegó a estallar en una guerra, se llevaron a cabo una serie de medidas con el objetivo de contener al enemigo, y expandir sus propias ideologías.

Entre estos puntos destacan la carrera armamentística que se llevó a cabo la acumulación de armas nucleares y convencionales desarrollando arsenales masivos de destrucción mutua y la disuasión nuclear.
Otro punto importante fue la carrera espacial, con el objetivo de obtener esos los logros tecnológicos. Y, por otro lado, tendrá lugar la construcción del famoso muro de Berlín, construido por la República Democrática Alemana, respaldada por la Unión Soviética, para tratar de evitar la creciente cantidad de personas que huían de Alemania Oriental hacia la Occidental.

Por último, también se llevó a cabo una doctrina de contención, impulsada por Estados Unidos, adoptada y respaldada por su presidente S.Truman denominada "Doctrina Truman" , la cual buscaba contener la expansión del comunismo, especialmente en Europa. Se tradujo en la ayuda económica y militar a países que enfrentaban la amenaza del comunismo, como parte de la política de contener la influencia soviética.

Con el objetivo de la contención, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los EEUU, durante la década de los 60, quiso poner en marcha uno de los proyectos más extraños y extravagantes de la Guerra Fría: el Proyecto Operación Gatito Acústico

Operación Gatito Acústico

Esta operación tratará de llevarse a cabo durante la década de los 60, con el objetivo de colocar a pequeños gatos en las diversas embajadas de la Unión Soviética con el objetivo de acceder a las conversaciones de los embajadores soviéticos. 

En torno a unos 20 millones de dólares se invirtieron en el proyecto, con el objetivo de desarrollar una serie de sistemas tecnológicos que permitieran al animal colarse en los edificios y realizar la función de micrófonos.

El proceso de introducir el micrófono al gato sería llevado a cabo por un veterinario, el cual introduciría le micrófono por el recto del animal, el radiotransmisor iría en un pequeño orificio debajo de su cabeza y la antena (sí, la antena) se introduciría en su cola. 

Sin embargo el proyecto fue un fracaso. Nada más una furgoneta de la CIA lo soltó para que emprendiera su camino hacia la embajada soviética de Washington D.C, un taxi lo atropelló y consigo la inversión multimillonaria en cables, trasmisores, micrófonos...


Por lo que finalmente, la CIA abandonó el proyecto por la simple razón de la dificultad de entrenar a los gatos, además de que no eran nada práctico el proyecto.

¿Se quedó ahí el proyecto de animales-espía?

Sorprendentemente, la CIA colaborará en los años siguientes con un Zoo de Hot Springs. La instalación, bautizada IQ Zoo, y será supervisada por el prestigioso psicólogo B. F. Skinner, especializado en condicionamiento humano o animal.

De entre los animales que había en el Zoo escogieron a los cuervos- Dado a que presentan un IQ más alto en comparación con el resto de los animales, fueron entrenados y usados para colocar grabadoras y pequeños micrófonos con el objetivo de escuchar las conversaciones del enemigo.

Además de los ya mencionados, la CIA utilizó otros animales para llevar a cabo sus tareas de espionaje. Así, además de los gatos y cuervos, experimentaron con palomas para advertir a las tropas aliadas sobre enemigos en el horizonte; y con delfines, con el objetivo de desactivar posibles minas submarinas. 

Sin embargo, como bien he comentado antes, se trataba de un proyecto experimental, con el único objetivo de experimentar con los animales en el posible caso de que sirvieran como espías.

En conclusión, el espionaje más efectivo realizado por los EEUU es el masivo, es decir, telégrafos, teléfonos, comunicaciones digitales... dejándo de lado las operaciones experimentales con animales espías, ya que no son su especialidad. 

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